Uno de los sectores clave para avanzar en la sostenibilidad es el de la construcción, ya que emiten sobre el 40 – 60% del CO2 del planeta y consumen un 40% de la energía mundial.
Una construcción más sostenible va desde la elección de los materiales, el proceso de desarrollo, el entorno donde se construye, hasta la demolición o rehabilitación de los edificios.
En este documento te mostraremos los materiales que ayudarán a conseguir una arquitectura y construcción más respetuosas con el medio ambiente.
Materiales de construcción sostenibles
Se considera material sostenible a aquellos que duran en el tiempo, necesitan poco mantenimiento y pueden reutilizarse, reciclarse o recuperarse. O lo que es lo mismo, aquellos cuya elaboración y utilización ayudan al ahorro energético y minimizan la contaminación.
Como resumen, para que un material sea considerado sostenible, se pueden seguir las siguientes pautas:
- En todo el ciclo de vida del material, debe de haber un ahorro energético.
- Reducir los recursos naturales.
- Las emisiones de contaminantes asociadas a los materiales se deben eliminar o disminuir.
- Deben poder ser reutilizados o reciclados.
A continuación, os presentamos algunos de esos materiales:
Madera
Está considerado como el material con menor impacto ambiental en su producción y ciclo de vida, ya que es capaz de eliminar gran cantidad de CO2. Se puede ahorrar entre un 50-60% en calefacción y aire acondicionado.
Su construcción suele hacerse más rápido y pueden ser hasta un 30% más baratas que las viviendas de ladrillo u hormigón.
Hay productos derivados de la madera que se utilizan para aislamientos como, por ejemplo:
- Los paneles de fibras: formados con los residuos de los aserraderos.
- Los tableros OSB: formados por virutas o astillas puestas en la misma dirección.
Hay que tener en cuenta que es necesario certificar que la madera utilizada viene de una tala responsable, lo que implica que la empresa responsable planta nuevos árboles por cada uno que haya sido talado. Es imprescindible que esté certificada con el sello FSC. Así garantizamos que dicha madera proviene de talas responsables y los fabricantes plantan nuevos árboles por cada uno que talan.
Hay un inconveniente, y es que no se puede construir todo en madera por la superpoblación y el espacio que necesitaríamos para generar la madera de forma sostenible.
Sin embargo, es perfecto para viviendas unifamiliares.
Barro Cocido
Se obtiene a partir de arcilla calentada a una temperatura inferior a 950 ºC y al que se le aplica tratamientos naturales que favorecen sus propiedades como una baja radiactividad, aislamiento, una buena inercia térmica y la higroscopicidad.
Se puede reciclar ya que es un material inerte y estable. Los residuos producidos en su elaboración pueden reincorporarse al proceso de fabricación de la materia prima.
Tiene una gran variedad de usos: muros, fachadas, bóvedas, solados, tejas, celosías…
Corcho aglomerado
Este material posee propiedades de aislamiento térmico, acústico y es ignifugo.
Se obtiene de la corteza de los árboles, por lo que no es necesario su tala. De forma común, se dispone en forma de paneles.
Sus usos más comunes son: en forma de paneles de corcho expandido, rollos, losetas, en bloque o granulado.
Fibras de celulosa de papel reciclado
Se compone de hojas de periódico reutilizado y está tratado con sales de bórax para darle propiedades ignífugas, insecticidas y antifúngicas.
Tiene un coeficiente de conductividad térmico bajo y para su fabricación, se necesita poca energía.
Su comportamiento es muy parecido al de la madera, equilibra las temperaturas máximas y mínimas. Su aislamiento acústico está por encima de los aislamientos tradicionales.
Más adelante, la celulosa se puede convertir en paneles o tablones para complementar a la madera para un mayor aislamiento.
Plástico
Provienen del petróleo y su comportamiento se parece a los metales, porque consumen energía en su fase de producción y contaminan en su elaboración.
Por lo general, se utilizan tubos de PVC se producen con elementos biocidas que pueden desprender partículas nocivas para la salud. El polipropileno, el polibutileno y el polietileno son buena alternativa ya que no se componen de cloro y por lo tanto, no son tóxicos. También son químicamente inertes, esterilizables y reciclables.
Se pueden utilizar para los sistemas de calefacción, conductos de agua, transporte de aguas residuales y drenajes, entro otros muchos usos.
Pinturas naturales
La diferencia entre las pinturas plásticas y las naturales es que, estas, generalmente, tienen componentes naturales como aceites vegetales, óxidos de metales y derivados de origen vegetal o mineral. En cambio, las pinturas plásticas tradicionales, tienen compuestos orgánicos volátiles, formaldehído y metales pesados.
Su composición, hace que se conviertan en un material de construcción respetuoso con el medio ambiente y biodegradable. Permiten la transpiración de los materiales, ayudando así a prevenir humedades, grietas o desconchones.
Los pigmentos se suelen componer a base de tierras, óxido de metales y productos de origen mineral o vegetal.
Bambú
Es uno de los materiales ecológicos de alta resistencia más utilizado en zonas tropicales y asiáticas. Es un material resistente, renovable, ecológico, natural y sostenible.
Se puede usar como sustitutivo de la madera ya que cada hectárea de bambú puede absorber 9 toneladas de CO2 y proporcionar material suficiente para construir viviendas ecológicas.
Estos son algunos de los materiales sostenibles más conocidos y fáciles de aplicar para empezar con una arquitectura sostenible.
No podemos finalizar sin hacer mención a La Agenda para el Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
El objetivo 11, ciudades y comunidades sostenibles, en datos destacables señala que las ciudades del mundo ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan entre el 60% y el 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono. Como ya hemos señalado al principio, uno de los sectores clave para avanzar en la sostenibilidad es el de la construcción.
